Nuestra energía tiene sus límites. Y lo sabes. Tantas cosas que queremos hacer y no hay tiempo para nada.
El tiempo no es lo único que nos limita, es más bien nuestra energía. Si fuéramos capaces de tener energía ilimitada el tiempo del que disponemos también sería mayor, porque, por ejemplo, no dormiríamos por las noches ya que no nos haría falta. Es un ejemplo medio chapuza. No me lo he curado demasiado, no te estreses en buscarle los 5 pies al gato (porque 3 ya los tiene).
Simplemente sigue con la idea que trato de comunicarte: eres capaz de cansarte menos obteniendo los mismos resultados.
Esta idea ya la he plasmado numerosas veces en otros artículos pero he llegado a comprenderla cada vez mejor y pienso que es bueno hacer el resumen del resumen. Resumen que te diré en forma de pasos que quiero que sigas ciegamente y luego me digas qué te aportaron:
- Cada mañana al levantarte y cada vez que lo sientas necesario haz una lista con las cosas que tienes que hacer por voluntad propia u obligación.
- De todos esos puntos que pusiste en tu lista, organízalos de tal manera que se de prioridad a los más importantes y esos son los que sirven para poder llegar a hacer los otros. Si tienes que hacer la compra para comer y estudiar para un examen, la prioridad es comer porque sin comer no tendrás energía para estudiar. ¡No tiene pérdida!
- A la hora de ordenar tus prioridades puede interesarte meterlas en categorías. Las mías son las siguientes: salud, trabajo/estudio, aficiones.
- A lo largo de cada uno de los elementos de la lista añadirás la mejor manera de ejecutar esa acción. No serás un pro de primeras ni en la parte de poner todos los puntos importantes ni en la de saber cómo ser más eficiente en cada uno de ellos, pero sí con la práctica. Y con esto te basta.
En resumen, sabes cómo hacer las cosas más rápidamente, con menos esfuerzo mental y físico y eres capaz de tener tu mente liberada para que los planes improvistos urgentes que surjan no te agobien.
¿Te acabas de pasar la vida? La respuesta es sí.