Cómo estudiar para los estresámenes

Ars Vitae, Estudio, Organización

El momento de la verdad se acerca nuevamente y es posible que todavía no hayas empezado a estudiar. Si normalmente eres una persona organizada, seguramente ya hayas empezado a planificarte. Si no, y así es como yo era al principio, tu idea de establecer un plan se limita a estudiar el máximo de horas posibles y a empezar por la materia cuyo examen está más cerca. ¡Quiero salvarte, para que veas lo bonita que puede ser tu vida!

Puede que hacer un plan te parezca desquiciante, pero no tiene por qué ser así. Olvídate de eso! Si realizas un buen plan obtendrás muchas ventajas:

  • Liberarás la «memoria RAM« para dedicarte solo a estudiar.
  • Reducirás el estrés y la ansiedad.
  • Te mantendrás saludable, lo que mejorará tu rendimiento intelectual.

PRINCIPIOS GENERALES PARA REALIZAR UN PLAN

  1. Reserva tiempo para 3 cosas fundamentales: comer adecuadamente, dormir lo suficiente y hacer deporte. Los exámenes finales son un maratón. Puedes permitirte comer algunos alimentos poco saludables y dormir poco la noche anterior del examen, pero no puedes hacer eso durante 2-3 semanas seguidas, porque tu eficacia a la hora de estudiar se reducirá excesivamente.
  2. Aplica el principio de Pareto con cada materia. Es decir, selecciona el 20% de los apuntes que te proporcionarán un 80% de beneficio para el examen final. La proporción 20/80 no es muy realista para los exámenes de la universidad pero ya entiendes la idea: evita las introducciones históricas que no saldrán en el examen, esquemas inútiles, detalles exagerados, etc.
  3. Evita la tentación de procrastinar. Cierra el WhatsApp, el Facebook, la página de Beneberak, etc. Huye de los vídeos de gatitos monos de YouTube. Voluntad de hierro. Si quieres puedes pedirle ayuda a tu madre o a tu compañera de piso. Encuadra tu tiempo digital en periodos dedicados exclusivamente a esto.
  4. Cuántas horas disponibles tienes. Cuenta las horas que necesitas para comer, dormir y hacer deporte, y sé generoso, date el tiempo suficiente. Un truco: termina siempre de estudiar un día antes del examen y utiliza el último día para descansar, si estás muy cansado, o para seguir estudiando si estás muy al límite.
ETAPA 1. PREPARA EL MATERIAL Y DETERMINA LA NOTA QUE NECESITAS SACAR EN CADA EXAMEN

Esto se hace al principio del semestre. Si no tienes el material, el primer paso es obtenerlo antes de empezar a estudiar:

  1. Recoge todos los apuntes de todas las clases y prácticas. Acude a tus amigos y a una bibliografía de un nivel acorde a tus necesidades (nohiperespecializada”, pero tampoco demasiado superficial).
  2. Revisar el plan de la asignatura puede ser de ayuda.
  3. Analiza el peso que tendrá el examen final en relación a los exámenes parciales o a los trabajos escritos: si el examen final representa el 80% de la nota, debería estudiarse más detalladamente que en el caso de que representara el 40% del total. Esto cambia mucho dependiendo de la universidad en la que te encuentres o la carrera que estés estudiando.
  4. Consigue exámenes para practicar. Si tienes suerte, tendrás los tests de otros años de los mismos profesores. A falta de éstos, puedes utilizar preguntas tipo examen hechas en manuales, libros (sí, libros, esos objetos carentes de alma, que se encuentran en las bibliotecs universitarias); y en el peor de los casos, tests online con fuentes de confianza.
ETAPA 2. CUENTA CUÁNTAS HORAS TIENES DISPONIBLES Y ESTABLECE TUS PRIORIDADES
  1. Reserva tiempo para las comidas.
  2. Reserva tiempo para hacer deporte. Por la mañana o por la tarde, según prefieras. Si reduces demasiado tiempo para el deporte, tus endorfinas disminuirán y el estrés aumentará.
  3. Reserva tiempo para dormir, en función de tus necesidades… 7, 8 ó 10 horas, ¡el sueño es SAGRADO!!!
  4. Cuenta las horas reales de estudio al día y multiplícalas por los días que quedan hasta el examen. En general, no es posible estudiar y estar concentrado más de 8 horas al día, pero esto también depende de ti.
  5. Divide las horas entre las diferentes materias. Si tienes tiempo suficiente entre exámenes no necesitas hacer esto. Si no, tendrás que alternar el estudio para ambas materias. Debes elegir las horas de estudio en función de la importancia de la disciplina:
    1. Más horas para las materias difíciles, las que no llevas al día o en las que tienes bajas notas en los exámenes parciales.
    2. Más horas para los exámenes que constituyen un mayor porcentaje de la nota.
ETAPA 3. SITÚA LAS HORAS EN UN CALENDARIO

Hazlo lo más detalladamente posible. Así reducirás la carga mental. Parece una tontería, pero el decidir cada vez lo que vas a estudiar te quita un poco de energía, y necesitas conservar la energía para el estudio y la revisión. El calendario te puede ayudar, por tanto, para controlar lo que ya has hecho y lo que tienes que hacer en cualquier momento.

No olvides que la diversidad te ayuda a descansar el cerebro:

  • Cambia el lugar de estudio. Repasa paseando por el parque, ve a la biblioteca, etc.
  • Cambia entre las modalidades de estudio. Lee, haz resúmenes, esquemas, mapas conceptuales, etc.
  • Cambia la postura de estudio. De pie o sentado, no te quedes más de una hora en la misma posición. Bebe agua y descansa los ojos.
ETAPA 4. EMPIEZA TU CICLO DE ESTUDIO

Organiza tu ciclo de estudio (que podría ser igual que el mío) y asígnale un tiempo específico en tu calendario:

  1. Lee comprendiendo. No pases a la siguiente palabra hasta que no entiendas todo (a veces, antes, vas a tener que leer el texto completo).
  2. Cuando leas, procura explicártelo. Nuevo concepto, nueva explicación.
  3. Asocia ideas entre otras asignaturas u otras cosas (indiferentemente de si son serias o no) para mantener a tu cerebro concentrado.
  4. Lee todo de nuevo y subraya únicamente las ideas que utilizarás para crearte un examen propio.
  5. Crea un examen. Como si tú fueras el profesor. No pasa nada si no conoces lo suficiente del tema, esto te ayudará a ver qué has aprendido y estimulará tu cerebro para mantenerse alerta y poder retener información de manera más rápida.
  6. Haz un mapa conceptual/esquema. Para crear una estructura lógica, el esqueleto.
  7. Haz tarjetas de repaso. Con dos colores diferentes (uno para la parte de delante y otro para la parte trasera de la tarjeta) y unos folios podrás crear tantas preguntas como consideres necesarias y así poder memorizar de manera eficiente (sin empollar). Puedes utilizar Anki. ¡Es genial!
  8. Repite las tarjetas de repaso. No todo el tiempo, sino solo el 10% del tiempo que te queda para el examen, es una técnica para no olvidar nunca y la cual obliga a tu cerebro para que se vuelva más receptivo. Por ejemplo, si el examen lo tengo en 7 días, eso significa que aproximadamente repetirías cada 16,8 horas. Si lo tengo en 2 meses (60 días), entonces una vez cada 6 días.
  9. Repite el mapa conceptual/esquema.
  10. Si no entiendes algo, pregunta. Será una excelente oportunidad para hacerte un posible amigo (profe o no) y poder colaborar juntos.
Sigue estos pasos, indiferentemente de qué estés estudiando y te asombrarás de cuan fácil resulta estudiar si lo haces con antelación y sin sobrepasarte. Olvidarás lo que significa el estrés en los exámenes. Tu deseo de encontrar un método mejor para estudiar te ha salvado.
Los audaces vencen

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *