De algo habrá que morir…

Ars Vitae, Mente positiva

Cierto es que con el tiempo nos deterioramos y un día por alguna causa nuestro sistema corpóreo sucumbe finalmente al desequilibrio al que es sometido externa o internamente. ¡Sí, es cierto! Por lo menos, desde la perspectiva actual de la ciencia, las cosas claramente funcionan así.

El problema de esta afirmación es que muchísimas veces es la base de las excusas para vivir mal, para dejarse llevar por placeres destructivos que no solo afectan a un solo individuo sino a todos los seres queridos que lo rodean.

Debido a la dejadez, la consecución de hábitos destructivos o por cualquier motivo en el que no entraremos ahora, la persona ya no se siente motivada a cuidar de ella misma, se siente sin rumbo, sin meta alguna. ¡Es un zombi!

No quiero hacer hincapié en que precisamente el motivo de este blog es evitar esos estados en el que uno deja de querer y quererse, sino en porqué realmente esta afirmación «de algo habrá que morir» es de lo más dañino para uno mismo y para los demás, especialmente para nuestros pequeños y cómo condenamos de esta manera las generaciones futuras.

No me gusta enrollarme demasiado, simplemente la gente que piensa que su vida ya no tiene sentido están enfermos mentalmente, aunque sea de manera temporal, si algo claro queda es que para mantenernos bien debemos avanzar, crecer. De ahí la importancia de estar desarrollándonos contínuamente, sin parar NUNCA pero tampoco sin quemarnos. No aburriéndonos nunca es una forma buena de explicar de manera superficial y a la vez muy profunda los propósitos de esta vida. Preocúpate por los demás, cuida de los que te rodean y te darás cuenta que SÍ IMPORTA como vivas, dará igual como mueras, pero te debes a ti mismo, a tu existencia, a tus padres, hijos y hermanos el influir positivamente en sus vidas y vivir a TOPE hasta el último de tus días siempre con la fuerza de la bondad y la compasión y siendo una bendición para los demás. Es muchas veces cuestión de actitud. Tienes hasta los 35 años cambiarla «fácilmente».

Creo que es la clave de la felicidad. Lo he dicho muchas veces. ¡Te quiero!

Retuércete en el fango de tu depresión hasta que desbloquees algo que te anime. ¡Vive ya de una vez!