¿Para qué sirve hacer las cosas bien? Generalmente para no perder recursos. Tu tiempo, el dinero invertido o las energías puestas deben valorarse adecuadamente. Este tipo de valoración se hacen con una buena planificación. No importa que digan que «los planes fracasan», esos son los planes rígidos sin posibilidad de maniobrar, los cuales no tienen en cuenta de manera adecuada los riesgos y no tienen un plan de reserva en caso de que el primer intento falle.
Muy bonito todo, ¿pero para qué os cuento todo esto? Pues para que hagáis planes, tengáis un orden, no dejéis que las cosas os caigan del cielo y simplemente que aprendáis a tomar las riendas de vuestra vida para poder ser realmente individuos equilibrados, sanos, motivados, esforzados y aptos para la vida 🙂
Nosotros vamos por el mundo caminando y de repente un obstáculo se planta en nuestro camino. Analizamos la manera en que tenemos de solventarlo y no solo eso, en función de nuestra experiencia, consideramos el tiempo que tenemos para planificarlo y optamos por la opción que menos contras y más pros tenga. Si el obstáculo que tienes es un estanque de tiburones en vez de poner una tabla y cruzarlo, mejor si lo rodeas.
No hay porqué estancarse tampoco con las herramientas que tenemos. Me explico: si ese estanque de tiburones se puede rodear pero tú tienes una tabla de madera que pudieras usar no necesariamente debes gastarla en eso. A lo mejor te haces una lanza para, por si acaso, cuando rodeas el estanque te caes dentro y necesitas algo con lo que intentar defenderte o sino simplemente dejas la tabla para más tarde.
A la hora de hacer un plan para ser eficiente y tener calidad lo que hace falta es:
- El tiempo disponible para planificar: no es lo mismo tener una mañana entera que unos segundos apenas porque te esté cazando un león 😀
- Unos pasos claros: comienza por lo que quieres conseguir y de ahí ve deshilando el hilo hasta el momento donde actualmente te encuentres. «Quiero comer, pues entonces he de llegar a la nevera, para eso me levanto de la cama.»
- Una lista de riesgos comunes y cómo solucionarlos.
Tus primeros planes no te saldrán demasiado bien pero si practicas aprenderás la utilidad de tener todo bien calculado y eso te permitirá concentrarte en la actividad actual plenamente y si tienes que hacer un cambio a última hora no será tan difícil porque la base ya la tienes.
¡Espero haberte sido útil! Nos vemos.