No solo para evitar las agujetas…

Ars Vitae, Deporte

El calentamiento es una técnica esencial y común realizada antes de empezar la sesión de cualquier tipo de entrenamiento deportivo. La intensidad y la forma de desarrollo del calentamiento dependerá del tipo de deporte que se desea practicar, las condiciones del medio y el grado de preparación del atleta.

Si deseamos obtener el máximo rendimiento de nuestro cuerpo al esfuerzo que realizamos, necesitaremos una fase de adaptación, que activarán una serie de mecanismos de adaptación cardiaca, muscular, circulatoria, nerviosa y respiratoria que nos permitirán ser eficientes.

Los efectos y beneficios del calentamiento:

  • Crecer la capacidad de contractilidad muscular: el primer efecto del calentamiento es un crecimiento del flujo sanguíneo hacia los músculos que realizan el esfuerzo. Esto es muy importante, ya que la primera consecuencia es el crecimiento de la temperatura del grupo muscular ejercitado, obteniendo mayor viscosidad intramuscular, lo que reduce la fricción a nivel muscular interno y aumenta la elasticidad. La capacidad contractil de muchos músculos agonistas es favorecida, facilitando los movimientos a gran velocidad. Y no solo eso, el crecimiento del flujo sanguíneo ofrece un aporte mayor de oxígeno y nutrientes indispensables para el funcionamiento óptimo del músculo.
  • Mejorar el nivel de psicomotricidad: la repetición de los movimientos precedentes a la fase del entrenamiento propiamente dicho, permite adaptar el sistema neuromuscular al tipo de carga que se va a realizar, obteniendo una mejora clara en el sentido cinético y psicológico, ya que con las repeticiones crece la atención, la percepción sensorial y la concentración, creando un estado de espíritu necesario para sostener el esfuerzo físico ulterior.
  • La prevención de lesiones: la falta de calentamiento tiene como consecuencia una fricción entre las fibras musculares y una falta de coordinación entre los músculos agonistas y antagonistas lo que se traduce como causa de las rupturas fibrilares y de tendón más frecuentes, contracturas, etc.