Cómo estudiar para los estresámenes

Ars Vitae, Estudio, Organización

El momento de la verdad se acerca nuevamente y es posible que todavía no hayas empezado a estudiar. Si normalmente eres una persona organizada, seguramente ya hayas empezado a planificarte. Si no, y así es como yo era al principio, tu idea de establecer un plan se limita a estudiar el máximo de horas posibles y a empezar por la materia cuyo examen está más cerca. ¡Quiero salvarte, para que veas lo bonita que puede ser tu vida!

Puede que hacer un plan te parezca desquiciante, pero no tiene por qué ser así. Olvídate de eso! Si realizas un buen plan obtendrás muchas ventajas:

  • Liberarás la «memoria RAM« para dedicarte solo a estudiar.
  • Reducirás el estrés y la ansiedad.
  • Te mantendrás saludable, lo que mejorará tu rendimiento intelectual.

PRINCIPIOS GENERALES PARA REALIZAR UN PLAN

  1. Reserva tiempo para 3 cosas fundamentales: comer adecuadamente, dormir lo suficiente y hacer deporte. Los exámenes finales son un maratón. Puedes permitirte comer algunos alimentos poco saludables y dormir poco la noche anterior del examen, pero no puedes hacer eso durante 2-3 semanas seguidas, porque tu eficacia a la hora de estudiar se reducirá excesivamente.
  2. Aplica el principio de Pareto con cada materia. Es decir, selecciona el 20% de los apuntes que te proporcionarán un 80% de beneficio para el examen final. La proporción 20/80 no es muy realista para los exámenes de la universidad pero ya entiendes la idea: evita las introducciones históricas que no saldrán en el examen, esquemas inútiles, detalles exagerados, etc.
  3. Evita la tentación de procrastinar. Cierra el WhatsApp, el Facebook, la página de Beneberak, etc. Huye de los vídeos de gatitos monos de YouTube. Voluntad de hierro. Si quieres puedes pedirle ayuda a tu madre o a tu compañera de piso. Encuadra tu tiempo digital en periodos dedicados exclusivamente a esto.
  4. Cuántas horas disponibles tienes. Cuenta las horas que necesitas para comer, dormir y hacer deporte, y sé generoso, date el tiempo suficiente. Un truco: termina siempre de estudiar un día antes del examen y utiliza el último día para descansar, si estás muy cansado, o para seguir estudiando si estás muy al límite.
ETAPA 1. PREPARA EL MATERIAL Y DETERMINA LA NOTA QUE NECESITAS SACAR EN CADA EXAMEN

Esto se hace al principio del semestre. Si no tienes el material, el primer paso es obtenerlo antes de empezar a estudiar:

  1. Recoge todos los apuntes de todas las clases y prácticas. Acude a tus amigos y a una bibliografía de un nivel acorde a tus necesidades (nohiperespecializada”, pero tampoco demasiado superficial).
  2. Revisar el plan de la asignatura puede ser de ayuda.
  3. Analiza el peso que tendrá el examen final en relación a los exámenes parciales o a los trabajos escritos: si el examen final representa el 80% de la nota, debería estudiarse más detalladamente que en el caso de que representara el 40% del total. Esto cambia mucho dependiendo de la universidad en la que te encuentres o la carrera que estés estudiando.
  4. Consigue exámenes para practicar. Si tienes suerte, tendrás los tests de otros años de los mismos profesores. A falta de éstos, puedes utilizar preguntas tipo examen hechas en manuales, libros (sí, libros, esos objetos carentes de alma, que se encuentran en las bibliotecs universitarias); y en el peor de los casos, tests online con fuentes de confianza.
ETAPA 2. CUENTA CUÁNTAS HORAS TIENES DISPONIBLES Y ESTABLECE TUS PRIORIDADES
  1. Reserva tiempo para las comidas.
  2. Reserva tiempo para hacer deporte. Por la mañana o por la tarde, según prefieras. Si reduces demasiado tiempo para el deporte, tus endorfinas disminuirán y el estrés aumentará.
  3. Reserva tiempo para dormir, en función de tus necesidades… 7, 8 ó 10 horas, ¡el sueño es SAGRADO!!!
  4. Cuenta las horas reales de estudio al día y multiplícalas por los días que quedan hasta el examen. En general, no es posible estudiar y estar concentrado más de 8 horas al día, pero esto también depende de ti.
  5. Divide las horas entre las diferentes materias. Si tienes tiempo suficiente entre exámenes no necesitas hacer esto. Si no, tendrás que alternar el estudio para ambas materias. Debes elegir las horas de estudio en función de la importancia de la disciplina:
    1. Más horas para las materias difíciles, las que no llevas al día o en las que tienes bajas notas en los exámenes parciales.
    2. Más horas para los exámenes que constituyen un mayor porcentaje de la nota.
ETAPA 3. SITÚA LAS HORAS EN UN CALENDARIO

Hazlo lo más detalladamente posible. Así reducirás la carga mental. Parece una tontería, pero el decidir cada vez lo que vas a estudiar te quita un poco de energía, y necesitas conservar la energía para el estudio y la revisión. El calendario te puede ayudar, por tanto, para controlar lo que ya has hecho y lo que tienes que hacer en cualquier momento.

No olvides que la diversidad te ayuda a descansar el cerebro:

  • Cambia el lugar de estudio. Repasa paseando por el parque, ve a la biblioteca, etc.
  • Cambia entre las modalidades de estudio. Lee, haz resúmenes, esquemas, mapas conceptuales, etc.
  • Cambia la postura de estudio. De pie o sentado, no te quedes más de una hora en la misma posición. Bebe agua y descansa los ojos.
ETAPA 4. EMPIEZA TU CICLO DE ESTUDIO

Organiza tu ciclo de estudio (que podría ser igual que el mío) y asígnale un tiempo específico en tu calendario:

  1. Lee comprendiendo. No pases a la siguiente palabra hasta que no entiendas todo (a veces, antes, vas a tener que leer el texto completo).
  2. Cuando leas, procura explicártelo. Nuevo concepto, nueva explicación.
  3. Asocia ideas entre otras asignaturas u otras cosas (indiferentemente de si son serias o no) para mantener a tu cerebro concentrado.
  4. Lee todo de nuevo y subraya únicamente las ideas que utilizarás para crearte un examen propio.
  5. Crea un examen. Como si tú fueras el profesor. No pasa nada si no conoces lo suficiente del tema, esto te ayudará a ver qué has aprendido y estimulará tu cerebro para mantenerse alerta y poder retener información de manera más rápida.
  6. Haz un mapa conceptual/esquema. Para crear una estructura lógica, el esqueleto.
  7. Haz tarjetas de repaso. Con dos colores diferentes (uno para la parte de delante y otro para la parte trasera de la tarjeta) y unos folios podrás crear tantas preguntas como consideres necesarias y así poder memorizar de manera eficiente (sin empollar). Puedes utilizar Anki. ¡Es genial!
  8. Repite las tarjetas de repaso. No todo el tiempo, sino solo el 10% del tiempo que te queda para el examen, es una técnica para no olvidar nunca y la cual obliga a tu cerebro para que se vuelva más receptivo. Por ejemplo, si el examen lo tengo en 7 días, eso significa que aproximadamente repetirías cada 16,8 horas. Si lo tengo en 2 meses (60 días), entonces una vez cada 6 días.
  9. Repite el mapa conceptual/esquema.
  10. Si no entiendes algo, pregunta. Será una excelente oportunidad para hacerte un posible amigo (profe o no) y poder colaborar juntos.
Sigue estos pasos, indiferentemente de qué estés estudiando y te asombrarás de cuan fácil resulta estudiar si lo haces con antelación y sin sobrepasarte. Olvidarás lo que significa el estrés en los exámenes. Tu deseo de encontrar un método mejor para estudiar te ha salvado.
Los audaces vencen

Cómo motivarte para estudiar

Ars Vitae, Estudio, Organización

¿Qué tal te van los estudios? Bien, ¿no? Sinceramente, espero que sí. Pero si no es así del todo… entonces te recomiendo que leas este artículo, donde encontrarás 11 consejos que yo utilizo para motivarme a la hora de estudiar en serio. ¡¡¡EMPECEMOS!!!

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Algunos de los consejos que utilizo para motivarme:

1. Descansa

Cuando estudies es importante que no te canses, especialmente si no se trata de una materia que te guste demasiado. Yo personalmente estudio 25 minutos (cronometrados) y descanso 5 minutos (también cronometrados ). Al cabo de 4 de estos ciclos de 25-5 descanso unos 30 minutos. Si no tienes otra cosa que hacer y te sientes cansado, entonces duerme unos 90 minutos aproximadamente (haz clic aquí para entender por qué digo esto). También es importante cuánto duermes.

Con este método avanzo más rápido y el cansancio aparece mucho más tarde. Casi puedo pasar 7 horas sin sentirme nada cansado.

2. Planifícate con antelación

Establece un objetivo, así podrás explicar y ampliar o mejorar lo que estés haciendo. En mi caso, primero pienso lo que quiero alcanzar y por qué, y a continuación establezco cuál es la mejor forma de llegar a mi objetivo (si estoy con otras personas les pido su opinión, y después de tener todos los planes posibles los comparo (ventajas y desventajas de cada método) y los modifico de acuerdo a mi experiencia y a mis preferencias). Indiferentemente de lo que estudies, debes encontrar un motivo por el cual depongas todo ese esfuerzo, y espero que no sea por algo que te hayan impuesto otros.

Escribe en un post-it los beneficios que te aporta el esfuerzo que realizas y recuérdalo cuando no tengas un buen día… Por ejemplo:

  • Lo que estudio ahora me ayudará el resto de mi vida.
  • Me ayudará a encontrar el puesto de trabajo que quiero.
  • Cuando termine de estudiar esto no tendré que hacerlo nuevamente.

3. Cambia tu modo de ver las cosas

Tal vez algunas materias sean aburridas. Por qué?, no conoces lo suficiente sobre ellas para encontrarles el gusto, o se trata de algo muy simple, lo que significa que vas sobrado en comparación con lo que tienes que estudiar. En ambos casos: intenta transformarlas en un interés real.

No olvides el hecho de que no toda la gente tiene la oportunidad que tú tienes de estudiar.

4. Utiliza auto-recompensas

Si te has quedado toda la tarde y sientes que realmente has avanzado, date una recompensa: tu comida favorita, una película, deporte…

Si sabes que después de tu esfuerzo te espera algo guay estudiarás con más ganas.

Cómo proceder:

  • Establece un objetivo (por ejemplo estudiar el tema 8) y una recompensa si lo terminas tal como te lo has propuesto (por ejemplo una película).
  • Aquello que es más complicado y que requiere de un esfuerzo mayor necesariamente debe tener mayores recompensas; y viceversa con los esfuerzos menores.
  • Si no realizas ningún esfuerzo, no te recompenses.
  • Además de las recompensas, utiliza afirmaciones positivas: ¡muy bien!, ¡lo conseguirás!, ¡eres capaz!, ¡vamos vamos vamos!…

5. Planifica la sesión de estudio

Si empiezas a estudiar pero no sabes dónde quieres llegar perderás el tiempo. Planifica lo que quieres estudiar y pasa al ataque.

Cómo planificarte?

  • Haz una lista con los objetivos y ponles un límite. Es tan válido como cuando te planificas para la sesión de exámenes.
  • Haz en primer lugar lo prioritario.
  • Borra aquello que ya hayas terminado.

6. Ves a la biblioteca

Si te aburres o te parece que pasas demasiado tiempo en casa, ves a la biblioteca. Allí te podrás motivar al ver que no eres el único que está estudiando, sino que hay más personas en tu misma situación. Si vas con tus amigos… id a estudiar a mesas diferentes pero descansad juntos.

7. No pierdas el tiempo

Has ido a estudiar, no a pensar a qué hora te vas a ir o cuándo vas a llegar a casa. Además, es mejor que apagues el móvil y que lo dejes en un sitio donde no lo tengas a mano, para que no te quedes mirando constantemente si alguien te ha enviado algún mensaje.

8. Haz primero lo más difícil

Cuando empezamos a hacer algo es cuando más energía tenemos, así que dedícate en ese momento a utilizarla en aquello que te consume o te exige más. Además, de ese modo no tendrás la preocupación constante a lo largo del día de que tienes que acabar algo difícil.

9. Música

La música es un excelente método para concentrarte y motivarte. Pero atención, elije música clásica o soundtracks, porque si te pones a cantar… no es realmente útil ya que te distrae del tema y del objetivo.

10. Acepta el estrés

El estrés es bueno, pero el exceso es dañino. Un poco de estrés te activará para el estudio, pero demasiado tendrá repercusiones fisiológicas… o mejor dicho patológicas, además, consumirás demasiada energía de un modo inútil y perderás la concentración (que es, de alguna manera, directamente proporcional a tu glucemia).

Los exámenes son solo un paso de tu vida y ésta no se acabará si suspendes. En cambio, es importante aprender el por qué de lo que ha pasado, y que lo resuelvas lo antes posible. Aún así… fortes fortuna adiuvat (la fortuna ayuda a los fuertes).

11. Paso a paso

Esto se relaciona con lo dicho antes relativo a la planificación. No empieces a estudiar de repente 10 horas al día. Te frustrará y cogerás asco al estudio.

Un poco día a día, unas 2 o 3 horas para no saturarte. Además de que si estudias a diario en vez de el último día, llegarás a deponer en tu cerebro mucha información, que se almacenará en la memoria a largo plazo.

Un truco para un mejor descanso

Ars Vitae, Descanso

Duermes poco o duermes demasiado y todavía sigues cansad@. ¿Alguna vez te has preguntado por qué? El descanso es algo fundamental que influye nuestro estado de ánimo especialmente a la hora de relacionarnos con los demás. En el siguiente artículo voy a enseñarte el motivo y así podrás llegar a dormir como un bebé.

El sueño no es un estado único en el que permanecemos mientras dormimos, sino que tiene 5 etapas. Durante el transcurso de la noche, en el sueño, vamos recorriendo cada una de esas etapas, completándolas todas en un ciclo que dura aproximadamente 90 minutos. Las etapas 1 y 2 son las consideradas como sueño “ligero», mientras que las etapas 3 y 4 son consideradas de sueño “profundo». La quinta etapa, que es completamente diferente al resto, es la fase de sueño REM (movimientos oculares rápidos), que es cuando soñamos.

Las investigaciones han demostrado que la duración del sueño no es lo que hace que luego nos sintamos frescos y despejados. El factor clave es el número de ciclos completos que realizamos. Cada ciclo del sueño, como ya hemos dicho, dura aproximadamente 90 minutos: 65 minutos de sueño normal (o no-REM, las 4 primeras etapas); 20 minutos de sueño REM (la quinta etapa); y 5 minutos finales en un estado no-REM.

En el periodo que hay entre 2 ciclos de sueño no estamos realmente durmiendo: es una especie de zona intermedia, en la que si no somos molestados (por la luz, el frío, el ruido, etc) pasamos a entrar a otro ciclo de 90 minutos. Es una forma que tiene el cerebro de estar medio alerta a posibles peligros, es decir, no te desactivas completamente al dormir sino que lo haces por ciclos para evitar algún posible peligro.

Por este motivo, si logras despertarte entre los ciclos, a pesar de que puedas estar durmiendo menos horas de las necesarias es posible que te sientas mejor al respetar estos 90 minutos que si duermes más de la cuenta pero te despiertas o te despiertan a la mitad de unos de los ciclos. Es decir si duermes 4 horas y media (múltiplo de 90 minutos) vas a despertarte mucho más descansado que si lo haces a las 8 horas.

Por lo tanto el secreto es obvio, duerme ciclos de 90 minutos teniendo también en cuenta lo que duras en dormirte. Un ejemplo, si quieres despertarte a las 8 de la mañana y son las 22 de la noche debes dormirte a las 23:00 para 6 ciclos completos de sueño, 00:30 para 5 ciclos, 02:00 para 4 ciclos, etc. Atento al hecho de que dije dormirse, es decir, tendrás que ir a la cama con 5-15 minutos de antelación para que más o menos estés dormido a la hora elegida.

Si vas a echarte una siesta o si quieres dormir «algo» aunque ya sea muy tarde ten en cuenta este detalle y te sentirás mucho mejor al despertarte. Recuerda también que para sentirte descansad@ debes procurar dormir unos 5-6 ciclos y he observado personalmente que antes de media noche si inicias el periodo de descanso va mucho mejor. Es posible que solo sea algo psicológico pero sin duda yo he notado la diferencia.

¡Feliz descanso!

Método Cornell

Ars Vitae, Estudio, Técnicas

El método Cornell de apuntes fue ideado en los años 50 por un experto en técnicas de estudio de la Universidad de Cornell, Walter Pauk
A pesar de su antigüedad, este método sigue siendo muy comentado hoy en día, así que pensé darle una oportunidad. Por eso lo he empezado a probar en charlas de congresos . Este método tiene dos partes: A) Preparar las hojas de apuntes según una plantilla; y B) Aprender a usar la plantilla.

A.SEPARAR UNA HOJA (DIN A4) EN 3 ÁREAS DE TRABAJO


B. APRENDER A USAR ESTA PLANTILLA

  • La más grande para tomar notas en clase
  • Una columna a la izquierda para escribir palabras o frases clave cuando repasas los apuntes.
  • Una zona inferior para anotar un resumen o ideas clave del contenido de la hoja.
  1. Tomar apuntes en clase en la zona grande.
  2. Después de clase (no más de 24 horas después), releer y escribir preguntas en la zona lateral izquierda que se vayan contestando con el contenido de los apuntes.
  3. Recitar lo leído: tapar la zona grande, leer las preguntas e intentar contestarlas en voz alta.
  4. Reflexionar sobre lo leído: significado, normas generales que se aplican, qué relación tiene con otros temas…
  5. Revisar cada semana los apuntes así preparados usando para ello la zona izquierda, y si es preciso, hacer un resumen aún más conciso en el área inferior.

Primer problema que me encuentro cuando uso este sistema: tengo muy poco espacio para escribir durante la clase. Aunque sobre el esquema parece que tenemos mucho espacio, cuando te pones a escribir se me hace muy pequeño. Eso significa que cada hora de charla me va a ocupar varias hojas más de lo normal.

Un problema menor: cuando llego a casa y repaso lo escrito, me encuentro con que no voy a sacar demasiado provecho de la zona izquierda para poner palabras clave o frases cortas. Probablemente se deba a que estoy usando este método para tomar notas de temas que ya conozco, lo que hace que mis notas estén ya muy esquematizadas desde el principio. Si no voy a usar esa zona, creo que me basta con la de abajo… Lo que me lleva a mi primera conclusión: si ya conoces el tema de la charla, prescinde del espacio lateral. Conferencias de tu campo, congresos, sesiones de expertos… Basta con dejar una franja libre abajo para anotar conclusiones.

Sin embargo, me parece un acierto de este método el reservar espacios para resúmenes y palabras claves. Cuando estudias algo muy visual ese espacio viene bien para incluir dibujos o esquemas para acompañar lo escrito en clase. De hecho, yo suelo dejar un margen amplio a la izquierda precisamente para eso en mis apuntes. Pero me parece útil separar nítidamente la zona de apuntes y la de resumen con una línea recta, para poder usar así cada zona de forma distinta al repasar.

Si la clase resulta algo confusa, es posible que tengas que usar la zona lateral para reescribir el tema, o incluso que tengas que pasar los apuntes a limpio o usar apuntes de otros años. Al principio parece que se malgasta mucho papel, pero creo que si tomas apuntes a mano merece la pena probar el sistema.

Si tomas notas en portátil, no es necesario usar una plantilla especial, porque luego en tu rato de estudio podrás modificar y complementar los apuntes tanto como quieras y te permita el software que estés usando. Aunque dicen por ahí que tomar apuntes en ordenador no permite retener la información igual de bien que si los tomas a mano, pero eso será asunto para otro post.

Puedes leer el artículo original aquí

Cómo aprender a aprender

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Te dijeron que sería difícil, ¿pero tanto?… La verdad es que tus notas no son muy buenas… o tal vez lo que pasó es que empezaste bien, pero apareció ese profesor que te hace la vida imposible, que te pide lo que no te ha enseñado… ¿Para qué vas a estudiar? De todas formas lo olvidarás y no vale la pena… El cansancio, el estrés y el profe que te vacila están a la orden del día, y eso no es que te ayude mucho… para qué engañarnos, te ha desmoralizado. Probablemente lo que pasa es que no sabes cómo estudiar, te requiere demasiado esfuerzo, y es posible que hayas pensado en renunciar… pero tengo buenas noticias, ¡ahora «aprenderás a aprender» de forma más eficiente! Las cosas simples, como por ejemplo aprender a escuchar, tomar apuntes y organizarte mejor, pueden aumentar tu potencial de aprendizaje más de lo que imaginas. A continuación te diré las claves de tu éxito.

  1. Descubre tu forma de estudiar. Lo básico en el estudio es observar, trabajar y escuchar. Piensa lo que hacías la última vez que grabaste la información en tu mente tan bien que podrías explicárselo a alguien. ¿Qué estabas haciendo? ¿Tenías las manos activas? ¿Leías un documento con muchos detalles específicos? Cuando descubras qué era te ayudará mucho.
  2. ¡No estés quieto, haz algo! Las actividades en las que tienes las manos activas son geniales, te ayudan a mejorar y estimular la memoria:
    1. Cuando estés haciendo prácticas… ¡concéntrate!
    2. Toma apuntes aunque no sea necesario.
    3. Puedes grabar lo que dice el profesor y más tarde utilizarlo para hacer resúmenes o esquemas. Esto te ayudará, pero también te quitará más tiempo.
  3. Escapa de aquello que te distrae cuando estás estudiando. Di adiós a los móviles, a la música o al compañero que habla demasiado. ¡Encuentra un lugar cómodo y concéntrate!
  4. Ten una buena relación con los profesores. Si los odias tendrás problemas para estudiar. Dos palabras: educación y respeto; no te rebajes al nivel de los irrespetuosos. Con un poco de esfuerzo y una buena actitud todo irá bien.
  5. Proponte desafíos. Por cada logro importante: un premio.
  6. Descansa un día entero a la semana, 24 horas. 
  7. Descubre una forma de hacerlo todo más interesante. Encuentra un método para motivarte:
    1. Encuentra algo que te interese y concéntrate en aprender lo máximo que puedas sobre ese tema. Aprenderás en la medida que quieras aprender.
    2. Busca un compañero de estudio. Discutid lo que no entendáis o hablad sobre lo que os interese, haceos pequeños exámenes entre los dos y tomad apuntes juntos. La compañía de una persona te puede motivar mucho.
  8. Utiliza la técnica 50/10. 50 minutos de estudio y 10 de descanso (duerme/haz deporte pero ponte una alarma) evitando otras informaciones (WhatsApp, Facebook, etc.). Cuando acabes de estudiar podrás dedicarte a otras cosas.
  9. Cuando estudies, estudia. Intenta siempre entender la lógica, no empolles. Si haces las sinapsis (enlaces neuronales) a través de conexiones lógicas podrás retener cualquier cosa, sobre todo si haces de esto un placer. Intenta escribir tus resúmenes de la mejor forma posible y haz esquemas cuando no entiendas algo. Conviértelo en tu nuevo hobby… no hace falta que te des prisa.
  10. Al final de cada tema aprendido escribe una conclusión. De este modo crearás relaciones que no olvidarás fácilmente y sentirás que estás avanzando.
  11. Subraya con diferentes colores, no rayes ni estropees los libros. Cada vez que vayas a estudiar debes hacerlo con una buena disposición, y si no intentas hacer de esto una obra de arte… probablemente te aburrirás… y no destacarás.
  12. Haz deporte, aliméntate bien y descansa. Haz algo de deporte a lo largo de la mañana o de la tarde, vete a dormir siempre a una hora establecida, por ejemplo 22:30 (tu reloj biológico se ajustará), desayuna cada mañana y evita cualquier tipo de exceso.
  13. Evita el alcohol y otras drogas. No es suficiente con no beber mucho o no hacerlo frecuentemente, cualquier gota de alcohol daña tus neuronas de forma irreparable.
  14. Haz listas. Listas diarias y cuatrimestrales con lo que debes aprender, el material que precises y planifica cómo sería tu semana perfecta.
  15. Mantén el orden. En tu vida, en tu trabajo, donde estudias… orden, orden y más orden.
En conclusión, tal como si de cirugía se tratara, estás en la sala de operaciones y todo debe estar ordenado, los instrumentos quirúrgicos cerca, el paciente tumbado, el teléfono apagado, concentración máxima y los objetivos de la intervención bien establecidos. ¡Lávate las manos y empieza!
No «estudies» para aparentar que estudias y no copies en los exámenes. Por lo menos no te engañes a ti mismo! Es triste hacer eso y encima pierdes el tiempo que podrías dedicar a desarrollarte como persona. Todo lo que hagas, con pasión.

¡Los audaces vencen!

Comer sano y económicamente

Ars Vitae, Consejos, Nutrición

Para la mayoría de nosotros, la factura de la compra es una de las facturas más caras antes incluso de introducir el término «saludable» en la ecuación. La mayoría de nosotros, gastamos más de la mitad del dinero que ganamos mensualmente únicamente en comida. Por eso, éste es un tema bastante difícil con el que tratar. Pero no tiene por qué serlo, hay una manera de mantener los gastos bajos y todavía seguir comiendo de manera saludable. Para ello, debemos ser prácticos.

Puedes comer bien, de manera sana y sin salirte del presupuesto si haces las compras inteligentemente y cocinas tu propia comida. Saber comer de forma sana no es ingeniería espacial, ya conoces lo que es bueno y malo para ti, lo que sucede es que la comida rápida es mucho más conveniente desde el punto de vista de la rapidez con la que se obtiene, y no necesita mayor planificación que ir y comprarla. Por ello, si consigues hacer que el comer sano te convenga desde el punto de vista económico, y que además sea bastante sencillo y rápido de hacer, no tendrás problemas para cambiar a un estilo de alimentación mejor.

Entendamos qué significa sano

La idea de qué significa comer sano está distorsionada hoy en día. La mayoría de cosas disponibles han sido modificadas y alteradas de alguna manera. Dudo que puedas obtener algo «verdaderamente puro» a no ser que lo plantes y lo cultives por tu cuenta. Se pueden encontrar online muchas fotos apetitosas de comidas declaradas como sanas, pero que a la hora de mirar la lista de ingredientes hay como más de 20… Algunos de esos ingredientes ni siquiera los reconoces o incluso te son difíciles de pronunciar… con lo cual te desalientas enseguida, ya que no tienes manera de encontrarlos todos, comprarlos y pasarte luego 2 horas cocinando el plato en cuestión. ¿¡¿Por qué?!? La comida que se prepara en casa, a grandes rasgos, sigue siendo de lo mejor que hay, especialmente porque se usa poco aceite y te sirves porciones menores.

Sano en este contexto no significa raro o complicado, es de ahí de donde el término «caro» proviene. Sano es lo que tu cuerpo, y no únicamente tus papilas gustativas, apreciará y usará para construir una versión más sana y fuerte de ti. Simplemente significa: comida nutritiva.

No hay mucho que aprovechar de las comidas procesadas, dulces, pizza o cerveza… Puedes sobrevivir comiendo comida basura, pero te estarás nutriendo mal, y como resultado tu salud lo pagará caro (incluso más que la comida rápida que sobrepasa tu presupuesto) y tu calidad de vida bajará. Ésta es la línea del artículo en la que tienes una decisión que hacer.

Un poquito más sano

La mayoría de nosotros queremos comer «solo un poquito más sano», no queremos convertirnos de la noche a la mañana en veganos; algunos de nosotros no tenemos el lujo de comprar «súper alimentos», queremos algo rápido, sabroso, barato y sano a la vez.

Lo caro empieza con la variedad, cuanto más compleja sea tu lista de la compra más te costará cuando llegues a pagarla. Tener el mismo menú y comprar las mismas cosas puede resolver esto.

Si tienes unas comidas ya preestablecidas y te aburren, el fin de semana siempre puedes dedicarte a hacer algo más creativo. El truco consiste en vivir saludablemente incluso aunque tu dieta sea siempre la misma, lo normal. ¡Si comes bien durante 6 ó 7 días a la semana lo estarás haciendo genial! Y notarás esa diferencia no únicamente en la manera en la que te verás, sino en cómo te sentirás, que va a ser muchísimo mejor.

Las bases

Alimento básico por defecto: pasta, avena, arroz y patatas.

Procura siempre comprar de manera inteligente y estar al tanto de las nuevas ofertas. La comida en lata es una gran manera de ahorrar, así que compra lo máximo que puedas de la misma. Estos «rellenos» a menudo menospreciados por la «industria de la salud», especialmente para la hora de mantener dietas especiales (véase comida para deportistas), en realidad son opciones perfectamente buenas y sanas que te ayudarán a mantenerte satisfecho/a durante un tiempo más largo y a tener una energía más duradera.

Las patatas al horno, con diferentes vegetales y un poco de aceite y sal son fantásticas. El problema es cuando están fritas y nos excedemos con la sal y el aceite.

Comer pasta no está mal si no nos sobrepasamos en las cantidades a consumir. La pasta con salsa de tomate está increíblemente buena.

Puedes también comprar toneladas de avena. Básicamente por 2 razones: desayuno y barritas proteicas caseras. La avena es probablemente la mejor y más sana comida que puedes tomar por la mañana. Compra varios paquetes a la vez, más aún si existe alguna oferta del tipo 2×3.

Vegetales básicos por defecto: tomates, pepinos y hojas verdes (para ensaladas)

Mucha gente piensa que para comer sano deben comer muchísimos vegetales, y como no son muy baratos, la mayoría simplemente no los compra. No tienes por qué comprar todos esos «bonitos vegetales» porque los hayan colocado ordenados y te llamen a la vista (algo que demuestra que las estrategias de marketing funcionan). Los productos frescos caducan antes, y si compras muchos a la vez, vas a tener que estar tirando algunos de ellos porque no te habrá dado suficiente tiempo para comerlos, y tampoco es cuestión de hincharse. Compra lo mínimo posible, y no más de 3 tipos de vegetales cuando vayas a hacer la compra. Quédate con 2 ó 3 que te vayas a comer y algo universal que sabes que combina bien con casi cualquier comida. Los tomates y los pepinos, por ejemplo, saben muy bien y son muy accesibles. Solo necesitarás unos pocos vegetales para poder hacer una pequeña ensalada.

La compra de los paquetes para la ensalada muchas veces te puede ser más conveniente, porque suelen venderse bastante baratos, ya que caducan rápido, de esta manera no tendrás que comprar los diferentes ingredientes uno por uno y necesitarás menos tiempo de procesamiento, además de que comprarás justamente la cantidad que comerás en ese momento.

Una muy buena manera de tener alimentos frescos siempre a mano es comprarlos congelados. Es casi tan bueno como cuando están frescos. ¡Realmente te pueden ayudar!

Alimentos por defecto congelados: bayas, judías verdes, espinacas, brócoli…

Las bayas, las judías verdes y las espinacas son los 3 alimentos por defecto que siempre puedes mantener en tu congelador. Al vapor o incluso asadas en el horno funcionan muy bien como compañía para otros platos, y las espinacas son una idea muy buena para los batidos o acompañando huevos fritos. Las bayas puedes utilizarlas junto a la avena que tomarás por las mañanas en el desayuno. La mejor parte es que como están congelados también son más baratos.

Fruta por defecto: manzanas, plátanos y naranjas

Si tienes suficiente presupuesto, puedes comprar mangos, uva, fresas y piña. Si quieres consumir algo de fruta en tu dieta, lo básico siempre es lo más versátil. Las manzanas duran mucho y cuando ya no están lo suficientemente frescas siempre puedes utilizarlas para alguna salsa, tarta u horneadas con miel.

Los plátanos, aunque no se conservan tan bien, son baratos y pueden ser utilizados en varias recetas, batidos o simplemente con canela y nueces como postre.

Añade algo de vitamina C a tu dieta con algunas naranjas, se conservan muy bien en la nevera y siempre que quieras podrás utilizarlas para hacerte un zumo de naranja.

Rellena la despensa: crema de cacahuete, frijoles, setas, tomates, miel y nueces

Puedes ahorrar muchísimo dinero si compras comida en lata, y lo mejor es que puedes guardarla durante mucho tiempo. Si algún día no tienes demasiado dinero, puedes utilizar este tipo de comida como acompañamiento para arroz o pasta.

La crema de cacahuete combina muy bien con trozos de manzana o incluso para hacerte un sándwich por la mañana a la hora del desayuno. Es también uno de los ingredientes principales para hacerte tus propias barritas proteicas.

Dos alimentos sanos como base que puedes comprar y mantener un tiempo indeterminado son las nueces y la miel. Fáciles de mantener y fáciles de utilizar.

Carne: por lo que he podido observar desde mi experiencia personal, la carne presenta más desventajas que ventajas, como por ejemplo el asesinato cruel del animal a consumir, la desertización mediante la tala masiva de árboles para hacer granjas y campos de cultivo, el gran uso de agua que conlleva, por ejemplo, la producción de 1 kg de carne de res (unos 15.300 L), el uso de sustancias (hormonas y antibióticos) que adulteran la calidad de la carne y la digestión más difícil, que puede generar cáncer de colon, entre otras enfermedades de la sangre.

Productos lácteos y huevos: queso, yogur griego, huevos

El yogur griego es uno de los productos lácteos más versátiles. Dura en la nevera alrededor de un mes, así que puedes comprar montones (a la hora de consumir, siempre coge el de detrás para que procures consumir los productos más frescos). Se puede comer solo o ser utilizado en salsas o batidos. Tiene un gran porcentaje de proteínas y pocas grasas. La mejor opción es procurar comprar yogur del 2%, y no del 0%, porque este último no satisface el hambre. Combina muy bien con frutas, miel, nueces o canela.

Añade un plátano en trozos y algunas nueces y tendrás la merienda del día, sin demasiadas complicaciones.

Cuando compres queso rallado, utilízalo solo para ponerlo encima de tus platos, ya que es muy graso y con un poquito es más que suficiente para dar sabor.

Los huevos tienen muchos nutrientes, entre ellos minerales y proteinas. Pero si estás preocupado de tu nivel de colesterol come solamente la clara. No te sobrepases demasiado haciendo huevos fritos y recuerda que son desencadenantes de alergias o que pueden estar contaminados con Salmonella.

Especias: sal, pimienta, paprika, canela…

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Con unas pocas especias puedes hacer que cualquier cosa sepa genial. No necesitas un herbolario. La mayoría de las veces usarás sal y pimienta, y algo de aceite. Si tienes problemas con la hipertensión evita la sal.

Para cocinar: aceite de oliva, ajo, cebolla y mostaza

Si puedes comprar aceite de oliva, y si encima es de buena calidad, será una de las mejores compras que hagas. No lo vas a utilizar para freír sino para añadirlo a ensaladas o cualquier otro plato, pero sin sobrepasarte. Cuando evitas freírlo, el aceite puede garantizar sus propiedades nutritivas, que en caso contrario sería dañino. Vale la pena incluso aunque sea más caro que el aceite de girasol.

La mostaza, junto con algo de yogur griego y especias, puede ser un perfecto sustituto de la mayonesa (y esto te interesa, porque puede haber sido elaborada con huevos contaminados con Salmonella).

Una manera eficaz de mantener a mano y siempre frescas las especias que compres, como por ejemplo la albahaca, es cortándolas finamente y congelándolas (después de lavarla).

El ajo puede ser mantenido en la nevera durante mucho tiempo. Podrías pelarlo para que te resultase más fácil utilizarlo a la hora de cocinar.

Solamente usando esta guía para hacer la compra ya podrás obtener un menú bastante sano y sabroso para ti. Comerás bien y obtendrás suficiente comida de calidad como para mantenerte mental y físicamente fuerte.

Una vez que tengas más dinero, siéntete libre de añadir a la lista de la compra cualquier ingrediente extra.

Todos los alimentos mencionados anteriormente pueden ser utilizados en dietas para el crecimiento muscular, un aumento del sistema inmunológico y fitness. Es muy cierto que eres lo que comes, así que piensa dos veces cuál va a ser tu siguiente comida. La verdadera comida es sana.

Comer sano cuando no puedes cocinar

Ars Vitae, Consejos, Nutrición

No todo el mundo puede estar siempre cocinando sano. Algunos de nosotros viajan, otros viven con otros miembros de su familia y cocinar un menú especial no es una opción o simplemente algunos otros no tienen el tiempo necesario. Todos estos inconvenientes no significan que no puedas alimentarte de manera sana.

Empezaremos estableciendo una base que explique que significa comer sano. Hay dos cosas esenciales que debes tener en cuenta:

  • La obtención de los nutrientes necesarios para ayudar a tu cuerpo a que tenga los materiales necesarios para el crecimiento y la manutención propia
  • Evitar la sobrecarga de carbohidratos, azúcar y sal

Seguramente te estés preguntando qué ocurre con las calorías, las vitaminas y las proteínas… éstos son detalles para cuando hablamos de qué cosas hay que tener en cuenta para empezar a comer bien. Por ello, nos centraremos especialmente sobre qué necesitamos para comenzar.

¿Cómo mantener una dieta sana cuando estás viajando y la única comida accesible es la comida basura? ¿Cómo asegurarte de que tu cuerpo recibe lo necesario cuando no tienes tiempo para cocinar o no lo haces debido a que otra persona tiene esta responsabilidad? ¿Cómo obtienes una dieta sana si eres estudiante y tus recursos son limitados o tal vez formas parte de una familia numerosa?

Para responder a todas estas preguntas primero hemos de ver los elementos primordiales. ¿Qué necesita tu cuerpo para mantenerse sano?

¿De qué clase de nutrientes hablamos y cómo pueden ser obtenidos exactamente? Hay dos requisitos fundamentales que cada cuerpo necesita:

  • Combustible
  • Materiales de construcción

Sin lo primero ni siquiera puedes empezar. Sin lo segundo no existiría el crecimiento o el desarrollo y ni siquiera la manutención básica de los músculos y articulaciones sería posible y que además, sufrirían mucho. Para obtenerlos, necesitaremos una dieta que nos proporcione 6 ingredientes clave:

  • Carbohidratos
  • Proteínas
  • Grasas
  • Vitaminas
  • Minerales
  • Agua

El equilibrio del aporte alimentario

Los carbohidratos son necesarios para energía, las proteínas para construir y reparar, las grasas como energía de reserva, las vitaminas y minerales para mantener sanas las funciones del cuerpo y, finalmente, el agua… para mantenerte con vida.

El truco consiste en obtener un equilibrio entre todos estos ingredientes. Cualquier tipo de dieta, incluida la de tipo comida basura, tendrá carbohidratos y grasas. Lo más probable es que también contenga algo de proteínas/aminoácidos.

En vez de obsesionarte con cada ingrediente en parte, mejor concéntrate sobre los siguientes:

Agua. Asegúrate siempre que te hidratas como es correspondiente. Esto no sólo ayudará en general a que tu cuerpo funcione bien sino también en la digestión lo que es muy importante especialmente cuando no consumes alimentos muy sanos. ¡Aprende como beber más agua!

Carbohidratos y Grasas. Si tu dieta es muy rica en carbohidratos (azúcares, pan, pastas y arroz) y además consumes grasas, probablemente tengas que plantearte si no es posible que estés ingiriendo más de lo que consumes. Controla tus porciones de comida consumiendo la mitad del plato (o no comas nada) si no realizas esfuerzo físico durante el día. Los monjes Shaollin comen la comida más pesada del día a la hora del desayuno para obtener la energía necesaria para los entrenamientos de ese día. Sus comidas son más ligeras a medida que se va acercando la noche. Intenta reducir tus porciones de comida de igual manera y observa cómo te funciona según el aporte energético, proporcional con la actividad física e intelectual, que necesites diariamente.

Vitaminas y Minerales. Intenta comer vegetales y frutas cada vez que tengas oportunidad. Repito, no te obsesiones, la ingestión de estos alimentos te proporcionará parte de las vitaminas y minerales que tu cuerpo necesita para su crecimiento y reparación.

Proteínas. Existen más conceptos erróneos sobre las proteínas que sobre cualquier otro de los ingredientes claves para un organismo sano. Lo ideal es comer los alimentos que contienen pocas grasas, y proteínas que sean fáciles de digerir y estén en suficiente cantidad. Pero si no cocinas, no sabes cocinar o tú no controlas tu dieta, entonces come muy variado porque casi todo contiene una u otra clase de proteínas o los materiales necesarios para sintetizarlas. Incluida la ensalada iceberg y el tomate. El informe de la Organización Mundial de la Salud sobre nutrición afirma que los siguientes alimentos son ricos en proteínas: arroz integral, tomate, patata, pimiento verde, maíz, lechuga verde (iceberg), apio, pepino, avena, zanahorias, brócoli y alubias pintas.

Come lo que puedas, cuando puedas

Todo lo mencionado anteriormente te ha proporcionado la idea clave para tu estrategia nutricional: come lo que puedas, únicamente cuando puedas controlar qué y cuánta comida has de ingerir en proporción con la actividad física e intelectual que realizas. La comida «mala» no será un problema porque raramente la consumiremos. En cambio, las cantidades equivocadas sobrecargarán nuestro sistema con calorías que no necesitaremos y las cuales no deberíamos procesar.

Resumiendo, puedes comer casi todo lo que quieras, pero teniendo en cuenta que:

  • Tu dieta ha de ser variada a largo plazo y asegurándote de que no acabas con una dieta tipo comida basura durante meses (por eso, evita cualquier cosa que pudiera desviarte; piensa que un pequeño paso en la dirección equivocada significa una desviación de cientos de kilómetros con respecto a la meta deseada)
  • No debes comer más de lo que necesites para la actividad que realices; mantén tus porciones pequeñas para los días en los que no tengas mucha actividad

A grandes rasgos esto es lo que necesitas para desprenderte de todas aquellas obsesiones que tengas sobre la comida, en especial de las dietas macrobióticas, de las «verdaderas» proteínas (no existe algo así porque las proteínas son sólo proteínas) y de las «mejores dietas para deportistas».

Cómo beber más agua

Ars Vitae, Consejos, Nutrición

El agua es esencial para la salud del ser humano. Pero desgraciadamente, a veces nos exige demasiado esfuerzo beber los litros recomendados al día, como si en vez de agua estuviéramos tomando veneno, o como si el cuerpo humano no fuera 55-70% agua… El consumo de este elixir de la vida, si no se realiza correctamente, puede conllevar mareos, dolores de cabeza e incluso confusión. Cuando hagas deporte, cuando estés en el sofá… no importa… ¡bebe agua! La verdad, he de reconocer que yo también tengo un problema con esto y uso este artículo para concienciaros a vosotros, pero sobre todo a mí. ¡Empecemos!

  1. Accesibilidad. ¿Quieres que algo se convierta en un hábito? Entonces haz que sea fácil de realizar. Mantén siempre un vaso o una botella de agua cerca de ti y beberás más fácilmente.
  2. Aromas y sabores. Otras bebidas te atraen porque saben bien. Puede que pienses que… ¡por lo menos saben a algo! Desprenderse de algo que sabe bien y quedarse con el agua insípida puede resultarnos difícil. Si, en cambio, le añades algo al agua para darle un aroma natural (limón, albahaca, pepino, menta, etc.), aparte de que este agua se convertirá en algo mucho más sano, también te ayudará a desprenderte de los refrescos con «veneno blanco». Antes de irte a dormir, pon en tu nevera 2 L de agua con el limón cortado en trozos o lo que tú quieras (a mí me encanta la albahaca, sí, aunque suene extraño sabe genial). De esta manera siempre tendrás agua a tu disposición y te sorprenderás al ver que bebes más que antes.
  3. Pajita. Algo tan simple como una pajita o caña en tu vaso distraerá tu atención y hará que bebas mucho más, como cuando te tomas un zumo. ¡Pruébalo! Compra una caja para que nunca te falten.
  4. Planifica. No tienes por qué beber 2 L al día si no sientes la necesidad. A veces es suficiente con menos, pero la mayoría de las personas olvidan incluso lo mínimo. Puedes obtener agua de otras fuentes, pero te recomiendo el agua sola. Dos o tres vasos al día te ayudarán mucho. Establece un tiempo para tomarte un vaso de agua y respétalo. Por ejemplo, puedes hacerlo al levantarte, antes de comer, a las 5 de la tarde, por la noche… ¡cuando tú quieras! Puedes utilizar cualquier tipo de recordatorio, como por ejemplo Habitica, para convertir el beber agua en un hábito. Y así es como después de unos meses habrás «instalado» en tu cerebro una manera más sana de vivir y que otorga muchísimos beneficios, por ejemplo, no morir. 😀

«El agua es la bebida del hombre sabio»

Henry David Thoreau

Cómo usar Habitica

Ars Vitae, Estudio, Mente positiva, Organización

Habitica es una aplicación muy útil para obtener hábitos necesarios en tu vida, para organizarte mejor y para convertirte en alguien más productivo utilizando unos métodos simples como si jugaras un juego de rol donde controlas a un personaje que desarrollas. Si necesitas la motivación necesaria para empezar algo nuevo y a ser perseverante en ello, entonces este es tu artículo.

Después de que elimines los Hábitos, Diarias y Pendientes de ejemplo, puedes comenzar tu aventura en Habitica realizando tres sencillos pasos.


Paso 1: Añade tareas

Primero, añade algunas tareas. Puedes añadir más después conforme se te vayan ocurriendo.

  • Añade aquellas tareas que realices una sola vez o raramente en la columna de Pendientes, una por una.
  • Las actividades que realices diariamente o en algún día en específico añádelas en la columna de Diarias. Haz click en el icono del lápiz de cada elemento para seleccionar los días en que la realizarás.
  • Añade los hábitos que quieras establecerte en la columna de Hábitos. Edita cada hábito para determinarlo como un buen hábito (+) o mal hábito (-).
  • Las actividades o «premios» personales que quieras usar como una motivación o que te quieras permitir con moderación las puedes añadir en la columna de Recompensas.

Bonus: Si te falta inspiración, revisa los Hábitos de ejemplo, Diarias de ejemplo, Pendientes de ejemplo y Recompensas de ejemplo.


Paso 2: Gana puntos cumpliendo tareas

Al completar tus tareas ganarás puntos de experiencia (PE) que te ayudarán a subir de nivel, así como monedas de oro (GP) que te servirán para comprar Recompensas. Si recaes en algún mal hábito o fallas en cumplir tus actividades Diarias perderás puntos de salud (HP). En ese sentido, las barras de experiencia y salud en Habitica te servirán como un divertido indicador de tu progreso hacia tus metas.


Paso 3: Personaliza y explora Habitica

Una vez que estés familiarizado con los aspectos básicos puedes sacar más provecho de Habitica con estas estupendas características:

  • Organiza tus tareas con Etiquetas y Listas.
  • Personaliza tu Avatar (mediante el menú Usuario).
  • Compra y cambia tu equipamiento.
  • Escoge una clase (al llegar al Nivel 10) y usa habilidades específicas para ella (Niveles 11 al 14).
  • Relaciónate con otros usuarios en la Taberna, un Grupo, Gremios o participa en un Desafío.
  • Colecciona mascotas recolectando  huevos y pociones de eclosión. Aliméntalas para crear Monturas.
  • Derrota monstruos y acumula objetos en Misiones.
  • ¡Disfruta tu estancia en el mundo Habitica!

Tu orden es tu tiempo

Ars Vitae, Mente positiva

Directo y al grano (estilo militar): una vida ordenada te da tiempo. ¿Tiempo? Sí, tiempo para poder hacer todo aquello que soñaste, tiempo para poder alimentarte mejor, tiempo para poder dedicar tiempo a las personas queridas, tiempo para tus estudios, tiempo para tu descanso, tiempo para tus aficiones, tiempo para todo… El tiempo bien administrado es una fuente de riqueza.

Y no, no es algo complicado. ¿Alguna vez escuchaste eso de «Busca y encontrarás»? Bien, en este artículo te enseñaremos rápidamente, ya que no queremos que pierdas tiempo, sobre cómo tener una vida ordenada que te dé la libertad deseada y que te enseñe a la vez a ser más responsable, más capaz de ser el administrador de tu vida. Te mostraremos aquello que nosotros hemos buscado y hemos encontrado. ¿Y sabes cuál es la tragedia de casi cualquier problema? La solución suele estar (no siempre) a un palmo de distancia. Diría que por eso, muchas veces te encuentras la solución por accidente. Tal vez de un tropiezo. 😉

A continuación queremos proporcionarte unas armas y estrategias de combate para que no pierdas en esta guerra contra el caos.

ESTRATEGIAS DE COMBATE

  • Un plan. El sinónimo de orden es planificación. Necesitarás un plan para poder hacer todo aquello que deseas. Planifica a la larga pero también a la corta y media distancia. ¿Qué te sugerimos? Listas. Sí, listas. ¿Cómo que listas? Pues que al levantarte entre tus primeras actividades se encontrará el que hagas una lista de todos los puntos que deseas cumplir en ese día. A la semana, en cambio, te sugerimos que durante el domingo hagas una planificación de la semana que te está por delante. De manera, general, nada complicado. Y luego diariamente, al levantarte, detalles esas tareas lo máximo que necesites y desees. También te sugerimos que para la larga distancia (ya que por ahora hemos hablado de la corta y la distancia media) te hagas un plan de qué quieres conseguir en la vida y porqué. No demores más tiempo. La vida pasa en un soplido.
  • Motivación. Tener éxito en tus «misiones diarias» te da la fuerza necesaria para sentir que puedes ganar la siguiente batalla (aplicable también para PvP/JcJ). Por lo tanto, como soldado de Beneberak, tu primera misión de la mañana antes de hacer la lista y decir buenos días (es broma, no seas tampoco un maleducado… eso no cabe aquí). Deberás hacer tu cama lo más perfectamente posible. Tan perfecta y bien organizada que si has tenido el peor día de tu vida al volver a casa y mirar esa cama tan perfectamente perfecta puedas decir: «por lo menos este día ha valido la pena de tan perfecta que es mi cama». Espero que hayas comprendido a qué nos referíamos. Hacer tu cama lo mejor posible te da la motivación necesaria para hacer las cosas lo mejor posible y, al fin y al cabo, la motivación para hacerlas.
  • Tu entorno. Probablemente por el comienzo de la entrada te hemos podido marear un poco con lo del tiempo, pero una vida ordenada no tiene que ver únicamente con el tiempo planificado sino también con el espacio. Recuerda, tiempo y espacio (tenemos algún que otro físico en nuestras filas y seguro que cuando vea esto se alegrará). Necesitas ordenar y colocar tu ropa milimétricamente (y plancharla), limpiar y ordenar tu cuarto, tener tu calzado limpio, etc. Tu vida privada se refleja en el medio de trabajo en el que te encuentras. Sé estrictamente ordenado. No te olvides de lo que te hemos dicho del tiempo y del espacio (está hace unas líneas más arriba; ¿te habías olvidado? NO LO OLVIDES, RECUÉRDALO).
  • Sé perseverante. Los cambios en tu vida para tu cerebro cómodo es traumático. Cambiar te traumatiza. Aprende a adaptarte. Simplemente sé perseverante y aunque las cosas al principio no te salgan tal como te gustaría recuerda que eres un ejemplo para tus camaradas y aportar lo mejor de ti da lo mejor de ellos. ¿¡Y qué mejor que empezar por una vida ordenada!? Esa vida que te daba el tiempo necesario, bla bla…
  • Haz una cosa a la vez. La multitarea es antiproductiva.

ARMAS DE COMBATE

  • Habitica. Esta aplicación te ayudará a hacer las listas necesarias, diaria, semanal y de vida… pero con un elemento añadido. ¡Esperamos que te guste! ¿Estás preparado? Pues allí va… adaptado para jugones, gamers o como lo quieras llamar… ¿En qué consiste exactamente? En que tienes un personaje que puedes personalizar (ya sabes, como en un juego de rol) y añades las misiones a cumplir dentro de 3 categorías: cosas que has de hacer puntualmente, cosas diarias y hábitos. La primera categoría no requiere más explicación, la segunda opción es para las misiones diarias (tu rutina) y la tercera los hábitos que deseas potenciar. Por ejemplo, para la tercera opción, si deseas dejar algún vicio te pondrías el respectivo vicio y cada vez que lo evitaras pues le darías al botón «+». ¿Y ya está? No, a medida que completas las misiones ganas oro y nivel, te compras armadura y mejoras tus armas, a partir del nivel 11 tienes habilidades especiales… en fin, investígalo personalmente.
  • Papel. Escribir tu lista sobre hojas de papel podría ser tentador y te puede dar bastante satisfacción, e incluso todavía más por haberlas escrito a mano. Pero piensa esto, ¿por qué no evitarlas? Pobres árboles. Respétate a ti y a tu medio ambiente.

A medida que tengamos o desarrollemos nuevas ideas o mejoremos las que ya tenemos las publicaremos. Pero somos humildes y nos gusta aprender de ti. Por favor, si eres tan amable comenta lo que haces tú para ser una persona ordenada.

¡Un fortísimo abrazo!